En Simoca se casó con María Elvira Carrizo a quien dedicó Al Jardín de la República, la primera zamba que compuso atenido a la ortodoxia de las clásicas zambas tucumanas, suntuosas y de gran vuelo.
A la bella tierra tucumana se la denomina con mucha razón el jardín de la República Argentina, por su vegetación exuberante; por sus bosques, ríos y montañas. Y este vergel se baila la danza más bella: la zamba. Esta baile popular, del que hemos hablado en la introducción como derivado de la zamacueca peruana, tuvo su arraigo en tierras tucumanas y aunque luego ha llegado a ser considerada como danza nacional, la zamba será siempre un justo motivo de orgullo norteño. Las parejas bailan separadas, entrelazando sus pañuelos; mientras el gaucho, con el floreo de su danza, trata de insinuarse ante su pareja, convirtiendo el baile en una ceremonia de seducción.
Y también, en esta ocasión, hemos escogido, entre las numerosas versiones de la zamba AL JARDIN DE LA REPUBLICA, la que realizara hace ya varias décadas la "Negra" Tucumana, MERCEDES SOSA.
Mi agradecimiento a Ricardo Morino por este vídeo.
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