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martes, 17 de abril de 2018

LOS FRONTERIZOS - HACIA LA AUSENCIA

¿Dónde es la Ausencia, papá? me preguntaba una de mis hijas. ¡Quién lo manda a uno poner esos nombres a las canciones habiendo tantos otros que dicen lo que son sin más vueltas! Pero la ausencia es un quitarse para darse mejor, cuando es voluntaria; una condena cuando nos la imponen. La copla anónima dice:

"La ausencia es aire,.
Apaga el fuego chico
y enciende el grande"

Ahora bien, la niñita lo que quería saber es dónde estaba ese lugar, al que me iba con la zamba pidiéndole al amor que no me delatara, que no se lo cuente al aire; y tenía que responder. A un niño no se le debe nunca dejar de contestar una pregunta, sobre todo si uno no sabe la respuesta. Hay que contestar con el niño que fuimos, con el corazón inocente, y ¡zas! ¡salga lo que salga! ¡O es que sólo se puede confiar en la memoria(esa secreta infiel) y no en la sangre que sabe más que la tinta! Sobre todo si uno tiene fe, sabe oír su voz y no le importa mucho la forma.
Nuestra canción nació bajo las estrellas, allá en Campo Quijano; en una de esas fugas de verano, en una rueda de gentes de todas partes, turistas, changis del lugar, mirones y noviecitos embadurnados en miel; chinitas en estado de guerra y otras en estado de sitio... ¡gente y más gente! A la luz de la luna todos los rostros son los rostros de la ausente, el calor humano una incubadora de cariño y ya también nos salió como tiro la zamba. El río del Toro trasminaba de olor a barro los lijares de la noche y su canto venía a ratos en las ráfagas del viento y se nos untaba en la piel.
Al fondo de la guitarra de mi amigo Eduardo, como en el de un socavón de sueños, mi alma sola, buscaba comunicarse con seres como usted, lector. Hacer amigos más allá de la piel, de los cerros, del colmillo, de aquella trampa de lugareñismo irracional; de la matriz montañosa en la que se vegeta placenteramente. Buscaba el imposible amor. Lo que todos vamos a tientas buscando y la mujer nos da retaceadamente, porque el amor es una finalidad específica que individualmente se realiza a medias. El gran amor es la humanidad, el prójimo universal del que tendremos nostalgia siempre los que ponemos sangre y vida en la comunicación.
Toda canción, por eso, resulta sólo una pizca de la gran canción del hombre. Un intento desesperado de romper los duros límites del miedo a la confidencia, la separidad, ese estigma que condena al hombre a cadena perpetua de silencio si le falta coraje para poner el corazón en la mano y hablar.
Desde la ausencia adonde me fugo para no destriparme de puro extrovertido, regreso a su intimidad, mi querido lector, a visitarlo en esta canción de Eduardo, el gran visir de nuestro tiempo de cantar, donde la guitarra es la Scherazada legendaria que encanta las noches con sus relatos fluyendo eternamente.
Jaime Dávalos

Hacia la ausencia, preciosa zamba de Eduardo Falú y Jaime Dávalos y uno de los primeros temas que grabaron Los Fronterizos, ya con, César Isella en sus filas.


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