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sábado, 7 de abril de 2018

LOS 4 DE CÓRDOBA - CÓRDOBA DE ANTAÑO

El vals criollo tuvo una amplia circulación en la ciudad de Córdoba durante la primera mitad del siglo XX. En las décadas de 1960 y 1970, fue incorporado al repertorio de intérpretes cordobeses de folclore que lograron difundir masivamente algunas de sus canciones. Entre ellas se destacan los que contenían letras que se referían frecuentemente a personajes y lugares de la capital cordobesa.

A comienzos del siglo XX, el vals en Córdoba desempeñó dos funciones principales: por un lado, era una pieza instrumental destinada al baile; y por otro, adquiría el carácter de una canción popular (no necesariamente conectada con la danza) cuya ocasión favorita de interpretación fueron las serenatas. Algunos valses probablemente se crearon como valses instrumentales a los que posteriormente se les agregó letra. Tal es el caso de "Viaje a Argüello" de Ciriaco Ortiz padre, quien falleció en 1942. Además de Ortiz, destacaron los nombres de Cristino Tapia ( 1891– 1972) y Edmundo Cartos, referidos en el vals que aquí nos ocupa, como compositores y/o intérpretes de valses criollos cordobeses. En cuanto a intérpretes, el dúo Tapia–Orellana, formado por el propio Cristino Tapia y su esposa Elisa Orellana, ocupó un lugar preponderante en las primeras décadas del siglo XX mientras que durante los años 1920 a 1950, Edmundo Cartos (1897– 1983) fue considerado el “Trovador de Córdoba” y su voz y calidad interpretativa fueron destacadas en varias de las composiciones dedicadas a esta ciudad.

"CÓRDOBA DE ANTAÑO", (registrado en SADAIC el 4/5/ 1972) y compuesto por Ricardo Arrieta, es un extraordinario vals interpretado, en este caso, por LOS 4 DE CÓRDOBA, con un arreglo que resalta la fuerza y emoción con que la melodía expresa una letra en la que el yo lírico evoca con nostalgia lugares, leyendas, personajes, costumbres “y la guitarra criolla de Don Cristino Tapia (que) dejó para mi Córdoba su vals sentimental”. Esta construcción del valsecito criollo asociado a Córdoba capital ha permanecido invariable y circunscrita prácticamente a los grupos folclóricos locales y a un grupo finito de obras que se reiteran en las actuaciones. El fenómeno responde a una idea esencial de la tradición a la que hay que preservar sin modificaciones. Mientras tanto, este cuarteto cordobés siguió liderando las preferencias de los sectores populares y actualizándose en cuanto a nuevas canciones, nuevos intérpretes y renovados estilos.


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