Entre sus obras como compositor siempre destacará esta zamba, compuesta en honor de un anónimo trabajador del carbón que, según nos cuenta el poeta Castilla, va cada día quemándose un poco el corazón, junto a la leña que arde. También el mismo poeta salteño compuso otra bella zamba del Cuchi Leguizamón dedicada a un carbonero, esta vez con apellido: el chileno Maturana. Pues, la canción popular se nutre de todos estos trabajadores anónimos, más que de los grandes héroes o padres de la patria. Ese es el gran secreto de su presencia permanente en el corazón del pueblo.
En el año 2000, Ariel Carrascosa, productor musical argentino, propone la idea de juntar nuevamente a Los Fronterizos de una forma definitiva y así de paso realizar una gira por Europa. Gerardo López, Eduardo Madeo y Yayo Quesada responden afirmativamente a esta iniciativa. Se invita también a César Isella, pero sus ocupaciones se lo impide. Juan Carlos Moreno declina la invitación por residir en Estados Unidos. De este modo nació la nueva formación con Gerardo López, Eduardo Madeo y Yayo Quesada, con la importante colaboración como músico estable de Oscar Espeche.
En 2.004, Los Fronterizos realizan una nueva gira por España, pero en esa ocasión, no pudo viajar Gerardo López debido a una enfermedad que a la postre acabaría con su vida y ocupó su lugar Germán Sánchez. La gira comprendió un total de 11 actuaciones y entre ellas la de la sala Clamores en Madrid, de donde les dejo esta pincelada con la interpretación por el grupo de la anteriormente referida "ZAMBA DEL CARBONERO", compuesta, en la música, por Eduardo Madeo y en la letra, por el poeta Manuel J. Castilla. LOS FRONTERIZOS estuvieron integrados por Eduardo Madeo, Yayo Quesada, Oscar Espeche y Germán Sánchez.
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