En 1982, MERCEDES SOSA fue a un boliche de San Telmo, llamado La Peluquería, porque le dijeron que tenía que escuchar a una gente joven que recién empezaba y que le iban a gustar mucho. Ahí escuchó a RAUL CARNOTA tocando el GRITO SANTIAGUEÑO. Le encantó el tema y quiso grabarlo, así que (como era ella de generosa) además lo invitó a grabar al disco.
Junto a Carnota, también escuchó una joven y prometedora cantora y a su vez pareja del compositor, SUNA ROCHA, que había dado a hacerse conocer en octubre 1981 en el programa Tiempo de Folklore conducido por Hernán Rapela en Canal 9 de la Ciudad de Buenos Aires, convocándola a cantar con ella la canción "Cómo un Pájaro Libre".
Suna estuvo presente en todas esas instancias y la Negra invitó a ambos a subir al escenario, esta vez del prestigiosísimo Luna Park.
Los tres interpretan una genial zamba compuesta por el compositor porteño, la ya mencionada "Grito santiagueño", que hace que todo el Luna Park (donde el aplauso en la mitad del tema es tomado por todos como la aceptación de los nombres que engrosarían el panorama de la música popular) se ponga en pie y marque la exitosa carrera de ambos artistas, en un lado por la memoria del gran compositor y cantor y por otro y que dure mucho tiempo, en la de la genial cantora cordobesa.
Sobre esta zamba, comenta Suna:
Sobre esta zamba, comenta Suna:
Es una zamba diferente a todas, por cómo está compuesta. La letra habla del grito santiagueño, o sea de la vidala santiagueña, que en otros tiempos era lo último que se cantaba para sacar todo lo de adentro: penas, alegrías y nostalgias”.
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