Dice Edmundo Rivero, en éste, su malambo, MALON DE AUSENCIA: "Al ver al campo dormido vuelven a mi mente fresca el recuerdo de la noche aquella, que con mis pilchas y el zaino me alisté para la guerra, ¡amalhaya lagrimones! que brotan de mi conciencia,yo que he aguantao al indiaje no aguanto un malón de ausencia".
Es así como la música se convierte en historia, en banda de sonido, en grito de guerra, en el llamado a la batalla. Quizás ya no, en las grandes guerras polvorientas, pero si en la que se pelea todos los días, desde lo cotidiano y desde la voz de uno de los mejores cantores sureros de la historia: el CHINO MARTINEZ.
Grabación realizada en el Teatro Colón de Mar de Plata.
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