Guitarra en ristre, recorriendo largas distancias, de aldea en aldea o de ciudad en ciudad, así transmitían los juglares, trovadores durante siglo XII, noticias, cantares y demás versos. ¿Actualmente? No son trovadores al uso, pero recorren países de punta a punta ofreciendo su espectáculo sobre un escenario y cambiando algunos matices, la esencia es parecida. Cantando y contando composiciones propias y ajenas cada día frente al público de la ciudad de turno.
¿Hasta dónde reparamos en las letras, textos y versos de una canción durante un concierto o la audición particular de un disco? ¿Qué importancia le da un músico a sus textos dentro de una canción? ¿Qué habría sido de grandes composiciones sin su letra?
Una buena canción sin texto no es una buena canción, es simplemente música. La distancia entre una canción y un poema instrumentado es justamente el texto. Lo que pasa es que yo creo que no se le da la suficiente importancia, es decir, también es cierto que es muy difícil elaborar un texto que frasee y que acentúe el dibujo musical. Pero los que lo hacen bien, gente como Atahualpa Yupanqui, Carlos di Fulvio, Oscar Valles, José Larralde, etc. que tienen unos textos fantásticos.
Por otro lado, las canciones de JAIRO son inconfundibles. Están cargadas de sensibilidad. Tienen ese aire de nostalgia y de poesía que puede percibirse desde los primeros acordes. Hay en él algo de trovador medieval y es por eso que Piazzolla y Ferrer le dedicaron esta“MILONGA DEL TROVADOR”, en 1981. Su “andar” en cuatro décadas de carrera lo llevaron por España, Francia y nuestra tierra. Jairo recorrió muchos caminos convirtiéndose en uno de los máximos representantes del trovador moderno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario