Al final de cada entrada podéis hacerlos...

* Vuestro comentarios enriquecen y aportan interés a este blog.
* Para ver los vídeos hay que dejar que carguen.

sábado, 31 de diciembre de 2016

DUO SOCAVON - ADIOS, TUCUMAN

Héctor Roberto Chavero, conocido artísticamente como Atahualpa Yupanqui, nació en Campo de la Cruz (Pergamino) en 1908, muriendo en 1992 en la ciudad francesa de Nimes. Como él mismo decía: 

"No conviene ponerse a decir muchas cosas con la zamba porque se traicionaría el espíritu del tres por cuatro, del juego del pañuelo; se pueden insinuar, nomás. Como el único lenguaje que tiene la zamba es el pañuelo uno le puede adjudicar a la mirada, al gesto, o al silencio del hombre cosas que el pañuelo no puede decir. Pero no le adjudique demasiado porque entonces cae en la filosofía y eso guárdelo para otro asunto." 

Contaba don Ata: 
“En su origen, este tema tiene una tristeza política. Unos amigos míos eran terratenientes de Raco, primos hermanos entre sí. Y yo, un Juan de afuera. Conocían ellos mi devoción por el paisaje, por el paso, el caballo, la copla, los hombres, los guardamontes y las bagualas. Pero la política los alejo de mí y de la amistad profunda que nos juntaba. Yo soy amigo de la gente sin preguntarle cómo piensa, ni para qué lado. Me basta con que sea criolla y suficiente. Bueno, esta gente empezó a no mostrarme la cara. En las cumbres de Raco yo tenía un ranchito tortiao, hecho con mis manos. Me fue para mí. Me largué del ómnibus y había un caballo que me estaba esperando en la parada, junto al boliche del turco Antin. Monté y me fui hasta una tranquera del “campo la Zanja” para poder subir – desde allí me quedaban cuarenta minutos de viaje para arriba- y la encontré con llave. Entonces me acerco a la finca de los señores y digo: “está con llave”. No sé, me contestó uno de los peones, la habrá cerrado el niño tal o cual”. Ningún niño, ninguno de los gauchos amigos míos estaba allí. Entonces me di cuenta que la intención era no facilitarme la llegada a mi pobre rancho de las cumbres de Raco. Era un descuidar la amistad, fastidio, repudio a mi condición de criollos. Ellos se sentían muy argentinos, muy partidarios de Facundo Quiroga y de Juan Manuel de Rosas. En cambio yo estaba con el pueblo, con el más golpeado, con el que tenía alpargatas. Y yo las tenía. Era lo único, mi guitarra vieja, las alpargatas y muchos sueños. Al otro día agarré mi caballo y a unos siete kilómetros monte arriba le di un guascazo en las ancas y se perdió galopando en las cumbres. “Nunca más te voy a ensillar”, le dije. Me vine. Lo único que me tomé fue mi máquina de escribir y unas espuelas, de a pie vine bajando y salté la tranquera. Ya nunca más volví a Raco. De allí nació esta zamba: “ADIOS, TUCUMAN”. 

Y el autor con muy pocas palabras, que repite una y otra vez en la estrofa inicial, consigue dar una gran emotividad a este nuevo tema de despedida, interpretado magníficamente por el DUO SOCAVON, integrado por Bocha Martínez Junor y Rolo Tomás, éste último recientemente fallecido y a cuya memoria brindo esta publicación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario