Viajar. Pero viajes al interior del ser humano. Conocerse para comprenderse. Imposible no trazar un paralelismo entre este instante donde al personaje de la chaya riojana decide marcharse y el héroe de la novela “El Manantial” de Ayn Rand. Específicamente cuando se reencuentran Dominique y el arquitecto en la fiesta de inauguración de Enright House, la hija del arquitecto Francon le hace una propuesta poco atractiva (irse a un pueblo pequeño y que abandone la arquitectura, pues no tendría clientes después del proyecto de Roger Enright y de haber escuchado la opinión de Peter ) , lo que motiva una instintiva reacción de Howard que contesta :
-No!
Finalmente el arquitecto le dice que la esperará todo el tiempo que sea necesario, hasta que aprenda a no temer al mundo. Hasta que de deje de darle importancia. La acompaña luego a tomar el tren que la llevará de regreso.
“Me voy, llorando estoy,
he cosechado un olvido,
mas bien me voy
me voy,
me voy y te dejo
llorando estoy
no hallo lo que yo busco
mas bien me voy..”
La vidala chayera ( A. y G. Albarracín) ejecutada por “Los Del Suquía” refleja el desencuentro amoroso del que lo ha perdido todo y decide marcharse. La emoción del folklore. Caliente tierra riojana. Sabe que el amor , como cualquier relación contractual en la vida, es algo en que las dos partes deben resultar beneficiadas. Cuando una de las partes percibe que nada obtiene, lo mejor es marcharse. Comprenderse para reinventarse. La popular pieza de folklore riojana se pierde en la noche de los tiempos. Es lo que le sucede al héroe que nace con el “El Manantial” : comprender que si acepta los términos del desfavorable contrato, se pierde de lo mucho que tiene por ganar. Es más que desesperanza : es fe y autoconfianza en el futuro por venir.
Del Hemisferio Norte la autora de “El Manantial”, más precisamente de San Petersburgo. De Calampaya los “Del Suquía”. Separados por 60 grados de latitud y nueve usos horario, coinciden en su apreciación filosófica. En las antípodas ! Y sin embargo, tan cercanos… El frío de Rusia y el calor de La Rioja. Eso no es ninguna dificultad para que estos creadores coincidan en lo más profundo de su corazón. ¿Cómo sería un mundo sin creadores ? Sin la chispa de la divina creación. Un común denominador : la mente humana.
Inspirador El Manantial e inspiradora la chaya riojana. Cada uno en su viaje a la introspección antes de tomar la decisión de marcharse. Es la esperanza. Es mirar hacia adelante. Es descubrir que si se quedan.., tienen más por perder que por ganar. El arte tiene la capacidad de nadar en nuevos mares del cerebro, bucear en la imaginación, navegar directo al alma para hacernos comprender que en el fondo los problemas humanos son similares, ya sea en La Rioja o en Monadnok Valley.
La búsqueda de la felicidad es la misma en Campo de Talampaya o en Cortland Homes. La autora Ayn Rand le da la mayor importancia al amor romántico, como surge de la lectura de su libro “Himno” y “La Rebelión de Atlas”. Por eso el protagonista de “El Manantial” no derrama ni una lágrima y le sugiere que corra a los brazos del que le encomendó la construcción de Wynand House. Mientras tanto.., que aprenda a no temer al mundo.
” -Si no hay lo que yo busco, mas bien me voy”.
El héroe que surge de la novela de Ayn Rand en 2014 cumplirá sus 55 años. Sigue con la vigencia y la ilusión y las ganas de vivir y los sueños y la energía y la esperanza y la buena salud de hace treinta. Todo parece indicar que le espera una larga y feliz vida por algunos años más, mientras dure su naturaleza infinita.
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