El Tribuno consultó al historiador Miguel Angel Cáseres, para conocer más detalles. El especialista contó muchas curiosidades y desmitificó algunas leyendas. Cuando Hernando de Lerma fundó la ciudad reservó un espacio para lo que denomino la "Plaza de Armas", un espacio vacío lleno de yuyos y charcos destinado a ejercicios militares, ferias, fusilamiento de gente, y algún que otro acto político; en definitiva una plaza seca.
Con el tiempo llegaron los árboles de naranjos, álamos y otras especies arbóreas que hoy se pueden encontrar. Los monumentos tampoco se hicieron esperar. El lugar se convirtió en el centro de la vida social. Allí se realiza una gran variedad de actividades sociales, comerciales y culturales. La plaza fue escenario de celebración de coronaciones, ejecuciones, manifestaciones, procesiones, entre otras.
Sus símbolos más destacaados son la fuente de agua y el monumento a Juan Antonio Alvarez de Arenales, se pueden observar también otras estatuas en diferentes puntos de la plaza.
El lugar funcionó siempre como patio urbano y atrio de los edificios más representativos de la comunidad.
"Si se tiene en cuenta que hasta 1865 fue una plaza seca, es decir, sin vegetación, el árbol más viejo tiene 149 años. Fue Cleto Aguirre quien la transforma en una plaza húmeda. Para ello se sirvió del aljibe que había hecho construir su antecesor Nepomuceno Uriburu en el centro del espacio. Los primeros árboles fueron naranjos. Con el tiempo llegaron los álamos y las demás especies. El primer placero y jardinero fue el francés Prospero Poyard", contó Cáseres.
Los rosales, nardos, jazmines, lirios, floripondios y malvas, que junto al molle, el tarco y el ceibo le pusieron vida y colorido al paseo vinieron después.
En cuanto a la fuente, el historiador se refiere a dos. La primera data de 1904, durante la segunda presidencia de Roca. Esta fue construida en Francia en los talleres Val Dome.
La segunda fue colocada en la intendencia de Agustín Usandivaras en 1910 como celebración del centenario de la Revolución de Mayo.
Ese año no solo se colocó la fuente de agua sino que también se mejoró la iluminación, se plantaron nuevos árboles y se colocaron otras esculturas.
En la plaza se erige la estatua del brigadier Juan Antonio Álvarez de Arenales.
"El Brigadier fue un español que luchó en el ejército patriota en el período independentista. Entre sus méritos se destaca su sobresaliente desempeño en la Batalla de la Florida, librada el 25 de mayo de 1814, contra las armas del Virrey de Lima, donde recibió 14 heridas y fue dado por muerto. Concluida la guerra fue designado gobernador de Salta desde 1824 hasta 1827" explicó Cáseres.
En la parte inferior del monumento se ubican "catorce figuras femeninas que representan a las provincias que participaron de la sanción de la constitución nacional de 1853, de la cual Buenos Aires no participó ni aceptó", contó el historiador.
Previo al monumento, en el lugar había una pirámide conocida como la " Pirámide de Uriburu" que tenía un aljibe en su interior.
Se demolió en 1912 con el pretexto de construir el monumento al general Martín Miguel de Güemes, pero eso finalmente no sucedió.
Juan Carlos Saravia escribió la letra de este tema autobiográfico y de él nos cuenta: ‘A este valsecito lo recuerdo con especial cariño, porque refleja una época maravillosa de mi vida, cuando tenía 17 o 18 años y era un muchacho alto, flaco y buen mozo; en realidad, una pinturita: ese muchacho que tenemos todos en un rincón del corazón’. Quienes conocen bien al ex flaco dicen que lo más autobiográfico de este vals es el verso que dice ‘los tenorios, aprendices del amor...’; pues nuestro buen chalchalero, desde muy jovencito, ya era un gran aprendiz del amor’ todo un conquistador.”
La PLAZA 9 DE JULIO es el centro de la vida de Salta, ciudad fundada en 1582. En esta bella plaza las dos construcciones más importantes son la Catedral y el Palacio Arzobispal, acabados ambos a finales del XIX. En cuanto a la canción, sin duda revive los galanteos arriba mentados por Cucho Márquez. Pero también prima el encomio de la belleza, pues monumentos arquitectónicos, árboles floridos y paseos nos llevan a la bonita ciudad de nuestra tierra. Saravia reunió todo esto en su personal sentir.
Les dejo a LOS CHALCHALEROS, vestidos de traje para la ocasión, interpretando este precioso vals compuesto Juan Carlos Saravia y Pancho Figueroa que hace un recorrido por todo el centro de Salta la linda...
No hay comentarios:
Publicar un comentario