Creemos de interés rescatarlo. Ya se sabe que este tema de las autorías ha dado lugar -como fue el caso de "La López Pereyra"- a feroces polémicas. Sostenía Oliva que en 1922 organizó una "fiesta pro aviación" en el Teatro Alberdi. Allí, don Segundo Aredes interpretó en el arpa, entre otras, su zamba "Viene clareando".
Decía Oliva que tal era "el nombre que yo le puse", ya que Aredes se la había dedicado. Le indignaba que "esa joya musical, que se escuchó hace 45 años en nuestros viejos solares", y que era "preferida por los que gustaban bailar la zamba", haya sido rebautizada y apropiada en Buenos Aires. "Ahora se llama ’Caña dulce’, figurando como autor José María Parreño, violinista que anduvo algún tiempo por acá", y estaba registrada como suya. "Trataré de anular la usurpación", prometía Oliva. "Viene clareando", agregaba, fue adoptada por la Sociedad Folklórica "General La Madrid" como himno: "se la anuncia siempre como zamba de Segundo Aredes y se la toca como apertura de sus fiestas".
Para Oliva, era Tucumán "la dueña casi exclusiva de la resonante difusión y profunda admiración suscitada por nuestra música popular: como que podría decirse que el 90 por ciento de sus melodías maravillosas oídas en discos, radios y orquestas criollas, son del norte, y tucumanos la mayoría de sus autores".
(La Gaceta, de Tucumán, 25/11/2011)
Se agradece esta colaboración a Marfelín Carabajal
Cucho Márquez:
Ya hemos visto como hay viajeros que hacen su camino por la noche. Otros salen al clarear: ese momento en que el sol despunta en el horizonte es el tiempo para emprender la marcha. Tras las pesadillas del sueño, lleno de nostalgias y penas por todo lo que se deja; al amanecer, hasta en el más encogido corazón se comienza a clarear y a despejar las penas. Obra intensa y muy popular, nacida de la colaboración de Yupanqui con Aredes. Me cuenta Eduardo Ocaranza que Segundo Aredes era un guitarrero tucumano y también buen bandeonista, que fue en su tiempo dueño de la peña del Alto de la Lechuza, que aún funciona en Tucumán. En esta ocasión ambos lograron una zamba con tanta fuerza, que hasta desprovista de su ritmo autóctono y cantada en francés o en inglés ha sido y es un éxito de ventas. Pero, ¿para qué oirla en lengua extranjera, si podemos darnos el gusto de escuchar las versiones criollas de LOS TUCU TUCU, en 1972, o ésta incompleta de LOS CHALCHALEROS, que desde 1951 con la voz de Ricardo Dicky Dávalos y a partir de 1968 con la de Pancho Figueroa, como solistas también la bordaron.
Versión de 1972 de Los Tucu Tucu
Versión incompleta de Los Chalchaleros
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