El ángel que representa en la tierra, mientras somos niños, a la guardiana que está en el cielo y que desaparece en el transcurso del tiempo, cuando la razón y las experiencias deben desarrollarse en uno mismo y entonces del sueño de ese ángel se pasa a la realidad del ángel de carne y hueso y con las mismas debilidades de cualquier humano.
ANGELA IRENE nos deja una interpretación desgarradora, llena de sensibilidad y dulzura, con una afinación perfecta y una calidad interpretativa sin par y acompañada de uno de los guitarristas realmente grandes de nuestro tiempo, como lo es Luis Salinas, que toca disfrutando de lo que hace desde el alma pura de adorar a su instrumento.
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